En la era de 4ª revolución tecnológica, con la velocidad de cambio vertiginosa, la formación continua ya no es una opción, sino una obligación impuesta por la “vida líquida”. Sabiendo que la inteligencia artificial, blockchain y contratos smart nos están quitando los puestos de trabajo, lo único que podemos hacer los humanos es estar muy preparados (a nivel de hard skills) y sumamente flexibles (a nivel de soft skills).
Para adaptarse al constantemente cambiante entorno, se requiere entrenar el habito de FLEXIBILIDAD, ADAPTABILIDAD Y NEUROPLASTICIDAD, lo contrario de la rigidez, la que curiosamente no es otra cosa que un “habito” que se puede cambiar.